lunes, 15 de octubre de 2012

Parejas


Dra. Adela Guzman
PSICOSALUDENACCIÒN
TERAPIA DE PAREJA..
CENTRO COMERCIAL GOLD COUNTRY CLUB..PISO 3 CONSULTORIO C-018..PREVIA CITA...0424-8083868

Alrededor del 70% de los casos de divorcios pueden evitarse si las parejas acuden a terapias de parejas de manera preventiva, es decir si buscan ayuda especializada apenas surge una crisis o problema en la relación sentimental que no pueden manejar por ellos mismos, las parejas en algún momento de sus vidas atraviesan por una crisis que puede poner en riesgo la estabilidad de su relación. Es un proceso normal y natural en una relación. Sin embargo, el problema se da cuando la pareja no sabe cómo manejarla y pierde la capacidad de autoregularse y puede terminar en situaciones de violencia física o psicológica.

A lo largo de una relación sentimental existen muchos conflictos, siendo los más comunes: durante el primer año por la convivencia, la llegada del primer hijo, a los ocho años, a los once, a los veinte años, el nido vacío (cuando los hijos se van del hogar), entre otras.
Respecto a la edad de las parejas que generalmente acuden a terapia especializada, se encuentra entre los 25 y 45 años, siendo más frecuente entre los 35 y 45 años.

Generalmente, los hombres son quienes más se resisten a buscar ayuda, ya que sólo aceptan acudir por su propia voluntad cuando existe sentimiento de culpa por algún problema o tienen temor de perder definitivamente a la pareja. En cambio, las mujeres son más conscientes de que hay momentos de crisis en que necesitan orientación para evitar problemas mayores.

Cuando la pareja comienza a tener problemas de comunicación, de entendimiento, y por lo tanto de convivencia, celos o bien circunstancias externas que la dificultan, siempre es positiva la mirada neutral del especialista para que vea todo desde fuera. En la terapia de pareja, se evalúa el estado en el que se encuentra en el momento presente la relación, así como la evolución del problema, valorando los posibles cauces que pudieran estar influyendo negativamente, teniendo siempre en cuenta, de forma imparcial la opinión de ambos miembros.

Señales de alerta


Cuando en una relación algo anda mal, hay indicadores que deben interpretarse como signos de alerta a los que hay que ponerles atención. Por ejemplo, si llevan más de un año sin compartir una actividad como salir a comer, bailar o hacer deporte juntos, si llevan más de un mes sin tener relaciones sexuales, etc. En estos casos, la pareja debe preguntarse qué pasó, por qué no lo hacen, cuáles son las circunstancias o excusas para no reservar tiempo sólo para los dos.

Los principales motivos de conflicto son las dificultades en la comunicación y para llegar a acuerdos para que la vida en pareja sea factible. Por ello, es necesario aprender a negociar las diferencias y a ceder sin sentirse humillado".

Es importante que, cada individuo de la pareja tenga su espacio personal para poder desarrollarse y madurar como individuo, ya que ello después enriquecerá la relación de pareja. Además, todas las parejas que atraviesan por una crisis aprender a negociar, ceder sin lastimarse, aprender a perdonarse. "Todas las parejas están en capacidad de desarrollar habilidades y capacidad de afronte".

Generalmente, las parejas que van a terapia de manera preventiva aprenden a abordar distintas situaciones que pueden ser motivo de conflicto: el desempleo de una de las partes, los problemas económicos, la crianza de los hijos, la inserción de la mujer en el mercado laboral, la presencia de una enfermedad discapacitante, así como los problemas sexuales e infertilidad.

Es importante resaltar, que la terapia de pareja también es importante en casos de rupturas, ya que ella permitirá realizar un estudio de todas las áreas tanto personales, emocionales como sociales que están interviniendo en el estado actual de la persona, para a partir de ahí ir adquiriendo las herramientas y habilidades que le ayuden a superar el problema y avanzar en otras áreas como la salud, la familia, el trabajo, la propia autoestima, amistades, estudios, nuevas relaciones, etc.

VIIVR EN PAREJA , NO ES FÀCIL...COMPARTIR, EMPATIZAR, COMUNICAR, SER ASERTIVO, ACEPTAR, CEDER, PERDONAR , ESTABLECER CONTRATOS, Y ALTERNAR ROLES , SON ELEMENTOS BÀSICOS PARA EL MANTENIMIENTO OPERATIVO DE LA PAREJA ...Y ESTO SE PUEDE LOGRAR CON AYUDA TERAPEUTICA.....

ATENDEMOS POR PREVIA CITA...PSICOSALUDENACCIÒN
DRA. ADELA GUZMAN
04248083868

viernes, 5 de octubre de 2012

INSTAURACIÓN DE VÍNCULOS AFECTIVOS-EMOCIONALES ENTRE LA MADRE, EL PADRE E HIJO DURANTE LA LACTANCIA.


 Autora: MSc. Jersomina Sucre Morao
Educadora y Orientadora Conductual.
E-mail:minasucrem@yahoo.com

Siguiendo la línea del apego infantil, en este apartado se hará mención de cómo podría darse la relación afectiva entre la madre e hijo durante la lactancia, sea esta natural y/o artificial. Por tanto, se cree que las madres son más sensibles ante las necesidades de sus bebés y que ajustan sus conductas a las de éstos tienen mayores probabilidades de desarrollar una relación de apego seguro. Por ende, establecen a posteriori relaciones sociales adecuadas con otros  niños y adultos.

Así, lo hace resaltar Harlow (1958) citado por Riso (2006) expresa que “el real mediador de la conducta de attachment  es el contacto con el progenitor” (p.127) Sea este el que represente como madre y/o padre, será tan significativo para el bebe o el infante. Sin embargo, se halla la disyuntiva ¿Qué ocurre cuando algún padre o madre está ausente? Ya sea este por fallecimiento, por indiferencia o por separación prolongada.

En ese caso, produce en el infante una inestabilidad afectiva que repercute en el desarrollo evolutivo, principalmente en el vínculo emocional-afectivo. Por consiguiente, si este infante esta en el periodo de lactancia ocurriría tres aspectos contundente que desencadenaría en él o ella la manifestación de comportamientos inadecuados.

Que de no ser atendido adecuadamente puede repercutir en su repertorio conductual de hábitos la presencia de conductas desadaptativas puras al ingresar en un centro de  educación inicial (etapas: maternal y preescolar). Lo cual, podrían manifestarse en algunos casos apego inseguro/evasivo producto de una relación de “padres indiferentes que se muestran distantes y que suelen ignorar a sus afectivamente, son los responsables de este estilo de apego” (Cassidy y Berlin, 1994 citado por Riso (Ob.Cit).

Es importante resaltar, que durante la lactancia la madre suele hacer caso omiso de hacer contacto visual con el infante. Si no, que mientras amamanta o emplea el biberón, se halla conversando por teléfono, dialogando con otra persona, o mirando la televisión o leyendo revistas de interés personal. Lo cual, trae como consecuencia que se instaure un vinculo emocional –afectivo  desajustado en el infante.

Mientras, que el apego ansioso/ambivalente se instaura en cuando los padres son inconsistentes en la expresión de afecto. En algunos momentos, responden las necesidades afectivas del infante y en otras las ignoran. Trayendo como consecuencia,  la manifestación de conductas de berrinches, pataletas ante la ausencia o separación momentánea del padre o la madre.

Sin embargo, ante la presencia del padre los infantes se alejan indiferentes u hostiles cuando regresan. En cambio, durante la lactancia  se produce un vínculo afectivo marcado en una atención brusca, verbalizaciones hostiles, amenazantes hacia el infante.

En cambio, cuando se instaura un apego seguro o sano en infantes menores de 3 años; se le está garantizando a futuro una improntación, es decir, la estabilidad emocional necesaria para equilibrar su relación afectiva emocional con su madre y/o padre. Por ende, repercutirá en la adquisición de hábitos formativos para la vida.

Por tanto, el apego sano o seguro generará en el infante seguridad, confianza, tolerancia, alegría por el regreso de sus padres. Además, por el hecho de dejarlos al cuido de otras personas (cuidadores y/o familiares) perciben que serán bien atendidos y se muestran confiados y accesibles.

Por último, la madre en el momento de la lactancia muestra más interés por jugar, expresar frases afectivas hacia el infante y estimulación adecuada en los diferentes estadios del periodo sensorio motriz para afianzar un vínculo afectivo-emocional con calidad de tiempo, espacio y ambiente acogedor. Entonces, seamos más afectuoso con ese infante cuando se tenga en brazos, exprésele verbalmente frases de cariño: te quiero hijo… eres importante para mí.